martes, 23 de agosto de 2016

¿QUE ES LA ECOLOGÍA?


La ecología es la ciencia que estudia las interrelaciones de los diferentes seres vivos entre sí y con su entorno: «la biología de los ecosistemas» Estudia cómo estas interacciones entre los organismos y su ambiente afecta a propiedades como la distribución o la abundancia.

ECOLOGÍA

Todos los seres vivos tienen una manera de vivir que depende de su estructura y fisiología y también del tipo de ambiente en que viven, de manera que los factores físicos y biológicos se combinan para formar una gran variedad de ambientes en distintas partes de la biosfera. Así, la vida de un ser vivo está estrechamente ajustada a las condiciones físicas de su ambiente y también a las bióticas, es decir a la vida de sus semejantes y de todas las otras clases de organismos que integran la comunidad de la cual forma parte.

Cuanto más se aprende acerca de cualquier clase de planta o animal, se ve con creciente claridad que cada especie ha sufrido adaptaciones para sobrevivir en un conjunto particular de circunstancias ambientales. Cada una puede demostrar adaptaciones al viento, al sol, a la humedad, la temperatura, la salinidad y otros aspectos del medio ambiente físico, así como adaptaciones a plantas y animales específicos que viven en la misma región.





DATOS.


-Actualmente en Colombia se deforestan alrededor de 300 mil hectáreas anuales de bosques, de las cuáles 80 por ciento se destina a colonización.
-A pesar de la riqueza de aguas, aproximadamente el 14 por ciento del territorio nacional sufre de escasez de este recurso, por mal manejo de cuencas hidrográficas y contaminación.
-Sólo el 5 por ciento de los municipios hacen algún tratamiento a las aguas servidas y a vertimientos industriales.
-En Colombia se originan 123 millones de toneladas de gases anuales por deforestación y quema para preparar terrenos agropecuarios, representados en una emisión percápita de 4.5 ton. por habitante, sólo superada por países como Australia y Canadá. Cuando la emisión anual supera las 3 ton, debería disminuirse por lo menos en un 3 por ciento anual y no aumentarla como está sucediendo, lo que significaría cambiar totalmente las tasas de deforestación y modificar las costumbres de colonos y campesinos.
-Los sectores industrial, agropecuario y doméstico producen aproximadamente 8.950 ton. diarias de materia orgánica contaminada y diariamente se descargan al entorno natural 4.5 millones de m3 de aguas residuales.
-Tan sólo 7 capitales de departamento cuentan con rellenos sanitarios, aunque no funcionan en las mejores condiciones; en las demás capitales, los métodos usados son enterrar los residuos, dejarlos al aire libre o descargarlos en corrientes de agua. Los residuos explosivos, inflamables o patógenos deben ser manejados en forma diferente pero en nuestro país se conducen junto con los otros residuos en forma indiscriminada.

http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-737225 

¡FALTA CONCIENCIA AMBIENTAL!

La falta de conciencia ambiental no es un problema relacionado directamente con el hombre como ser aislado, sino con su desarrollo dentro de una cultura. La evolución del hombre está determinada por su adaptación al medio.
La situación ambiental de Colombia se caracteriza por: Un deterioro agudo del ambiente físico -biótico y social de los diferentes procesos económicos que en Colombia se han entendido como desarrollo durante los últimos cincuenta años. Deterioro que se traduce en pérdidas del potencial natural, en desaparición de recursos naturales, en degradación de los asentamientos, en pobreza crónica, en acumulación de riqueza, en corrupción, en violencia, en inseguridad y en insurrección; situaciones que a su vez generan mayor deterioro ambiental en un círculo vicioso difícil de rompe que mueve continuamente hacia situaciones más críticas.
La aparición de procesos difícilmente reversibles como la urbanización de suelos con potencial agropecuario en la Sabana de Bogotá y en el Valle del Cauca, la reducción en un 90 por ciento de la pesca en el río Magdalena, la desertificación de partes del Valle del Cesar, la intoxicación con mercurio de los lechos de los ríos Cauca y San Juan, la pérdida de la biodiversidad en el Valle del Cauca, en el Medio Magdalena y en el piedemonte llanero, la destrucción casi total de los bosques secos tropicales de la costa Atlántica, la contaminación con agroquímicos de los arrecifes de coral y el desequilibrio de la red de ciudades con la conformación de una metrópoli tugurial de 7 millones de habitantes a 2.650 metros sobre el nivel del mar.
Lo anterior ha sucedido a pesar de que Colombia tiene el mejor historial de construcción de instituciones ambientales en toda América Latina .
El problema de la conciencia respecto a nuestro entorno se refiere al conocimiento que tenemos de éste; la educación ambiental debe ser un proceso formativo mediante el cual se busca que el individuo y la colectividad tomen conciencia de las formas de interacción entre la sociedad y la naturaleza para que actúen íntegra y racionalmente con su medio lo cual sólo es posible a través de mecanismos masivos de comunicación.
Causas Inadecuada educación ambiental. Lo que hace inadecuada la educación ambiental no es la inexistencia de leyes o programas que promuevan su desarrollo en el ámbito escolar o social.
Ante todo se refiere a la dificultad de articular el conocimiento para un diagnóstico interdisciplinario de la realidad y al alejamiento del sistema educativo del análisis y solución de los problemas ambientales, especialmente de las comunidades marginadas y, consecuentemente, el alejamiento del mundo científico de las realidades cotidianas.
Modelo capitalista que promueve una conciencia más económica que ambiental. El modelo económico predominante enfrenta el problema ecológico en dos sentidos: dando valores monetarios a los recursos y usando instrumentos para que la actividad económica no afecte el ambiente.
Ineficacia en la masificación de la información ambiental: El espacio que ocupa el problema ambiental en los medios de comunicación se ha limitado a la utilización del tema de manera sensacionalista. El boom de la tendencia ambientalista a escala mundial es materia prima para espacios masivos poco comprometidos con la concientiozación y la educación ambiental.
La situación de pobreza que genera explotación para la supervivencia: La existencia de pobreza y de bajos niveles de educación en nuestro país genera un consumo intensivo de recursos naturales y no permite que la población acceda a tecnologías que sirvan para hacer un uso adecuado del entorno. Tal es caso de ciertos campesinos que se ven obligados a usar plaguicidas y fertilizantes para poder subsistir de sus cosechas, trayendo desequilibrios a la fauna y la flora, destruyendo insectos, intoxicando al ganado, las especies acuáticas e incluso al hombre.
Consecuencias Pérdida y deterioro de recursos naturales: Importantes recursos como los arrecifes coralinos denotan graves daños en la costa del Caribe y en la de San Andrés; otros como los manglares y barreras naturales de protección han desaparecido en amplias zonas del Caribe.
Disminución de la calidad de vida por contaminación: Aunque se desconocen con exactitud las cifras de enfermedades y mortalidad asociadas con las causas ambientales, es bien conocida la situación de contaminación sonora, atmosférica e hídrica que sufren los centros urbanos. El aumento de patologías y muertes por diarrea, enfermedad gastrointestinal, cólera, malaria y dengue hemorrágico, es directamente proporcional a la falta de suministro de agua potable, a las pésimas condiciones de saneamiento ambiental de gran cantidad de municipios y a la inadecuada disposición de basuras y residuos tóxicos.
Desarticulación de los procesos culturales con la causa ambiental: Las políticas y programas de desarrollo no toman en consideración al medio ambiente; tal es el caso de la construcción de infraestructura y carreteras que no contempla su impacto en el entorno o las reformas agrarias que desde mitad del siglo XX han propiciado la tala de bosques para abrir las tierras a la agricultura con la idea de que la abundancia en nuestras selvas no se agota.
http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-737225